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miércoles, 4 de noviembre de 2015

Creencias y depresion

¡Creencias y depresión!
 Todo aquello que el ser humano pueda considerar que es humano (sufrimiento-felicidad, alegría-tristeza, amor-odio, culpa-perdón, miedo-deseo,…) sólo será eso dentro de la creencia de que verdaderamente exista eso que está creyéndose. ¿Son necesarias las creencias para el Estar Siendo y/o aconteciendo, cuando Estar Siendo no consistiera en ser ni en permanecer siendo nada concreto? No, la existencia no necesita de creencias en la existencia para estar siendo existencia; la existencia está siendo sin necesidad de que se crea en ello. Sin embargo, otra cosa bien distinta ocurre cuando -desde la consciencia identificada con un alguien- a la existencia se la considera “el ser y/o el estar siendo de algo”. Creer en la existencia de algo sólo sirve para crear, limitar y condicionar la supuesta existencia particular del creyente. La manera de eliminar el deseo no puede ser otra que la de trascender la creencia en el personaje que, creyéndose un ser real, luego origina la creencia en el deseo, la creencia en la diferenciación entre unos deseos positivos y otros negativos, la preferencia entre unos deseos sobre otros… y así hasta convertir el fluir neutro e inocente de la existencia en lo que hoy los seres humanos consideramos que es normal, lógico, razonable, útil, necesario, real. No se trata tanto de cambiar las creencias -cualquier hacer desde la identidad de alguien refuerza la creencia en la existencia de ese alguien y de todo cuanto parece configurar su vida- como de darse cuenta de la fantasía que supone cualquier creencia en un sí mismo y en sus experiencias personales. Tampoco se trata de dejar de creer para dejar de crear aquello que se cree que está siendo creído, pues sencillamente no hay nada que creer ni nadie que esté creyendo nada. ¿Qué es una creencia? -Me preguntó un amigo. “El efecto de la identificación de la consciencia…” -respondí sin haberme parado a pensarlo. La creencia original nace de la creencia en la identificación con una supuesta creación; por eso mismo, soltar la identificación equivale a soltarse de las creencias y viceversa. El ser humano nace de la creencia de haber sido creado, por lo tanto, de la creencia en un creador que no esta consistiendo en el estar siendo él mismo. ¡He ahí que no hay otro creador que el Uno Mismo que los antiguos griegos aconsejaban conocer, y que consiste en la innecesariedad de la existencia de nada determinado! Ego (ilusión) consiste en todo cuanto física, psíquica, emocional, anímica y espiritualmente surge de la creencia o identificación con la posibilidad de ser “un” algo y/o del estar siendo de “un” alguien. La depresión (enfermedad o crisis profunda de identidad) ¿podría definirse como un ataque agudo de identificación, un ataque agudo de ego, esto es, de victimismo, de pobre de mi, de culpabilización, etc., del yo creído e identificado?

Juande Puerta.

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