¡Todo está siendo ninguno! Salvo en la creencia (creación ilusoria)
de que la Realidad consiste en un algo determinado y conformado por
infinitas partes diferenciadas y unidas entre sí (un todo), no es cierto
que cada uno sea cada uno, y tampoco es cierto que todos seamos uno.
Fuera de la especulación que suponen las interpretaciones mentales de la
consciencia identificada, no hay dualidad (dos) porque tampoco hay
unidad (uno). ¡Al margen del ámbito mental no hay nada siendo
“un uno”, ni siendo un “conjunto de unos”, ni siendo “todo uno”! Puesto
que la existencia del uno y de cualquier otra posibilidad concreta o
determinada por la creación y la percepción mental, siempre será de
naturaleza absolutamente especulativa, puede comprenderse que “todo no
es uno ni consiste en la suma de infinitos unos”.
Todo no es uno; nada es en un algo; todo consiste en Estar Siendo sin
ser ningún uno y/o nada específico. ¡Todo está consistiendo en el fluir
ilimitado de nada y/o de ninguno! He ahí el gran misterio que “la
consciencia identificada -mente- con la existencia particularizada de
estar siendo un algo”, no alcanzará a comprender nunca: que todo no
consista en el estar siendo de la suma de infinitos unos, ni que tampoco
todo sea la manifestación de un uno, sino que todo está siendo el estar
siendo de ninguno y/o de ninguna particularidad determinada. ¡Desde la
creencia en el uno no puede comprenderse la existencia del ninguno! Todo
está siendo sin necesidad -las necesidades son propias del ego y/o del
creerse alguien- de que consista en alguna posibilidad de estar siendo
algo que la mente pueda juzgar e interpretar como el estar siendo de “un
algo”.
Salvo en el mundo ilusorio de las creencias y de la
justificación incesante de las creencias -este mundo nuestro- no hay
nadie que tenga que expiar nada, no hay nadie que tenga que aprender
nada, no hay nadie que tenga que cumplir con ninguna misión, o hay nadie
que tenga que arrepentirse de nada, no hay nadie que tenga que
experienciar algo con algún fin; no hay nadie que esté unido a ningún
proceso consciencial y evolutivo. ¡Salvo en el mundo ilusorio de la
consciencia identificada con la percepción egoica y/o determinista de la
realidad, sencillamente todo está consistiendo en el estar siendo de
nada ni de ninguno (todo-nada-uno). ¡Sin necesidad de ser nada... se
está siendo todo! "Mi reino no es de este mundo" -dijo, viendo que no le
comprendían.
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