1- En este mundo de apariencias nadie es tan especial
como para no ser visto por sus semejantes; más, si te ven, reconoce que
sólo están viendo un reflejo de las creencias e imágenes que la
consciencia del perceptor tenga asumidas a cerca de su propia identidad.
Entonces, ¿continuaremos ocupándonos y preocupándonos por nuestras
percepciones y por las percepciones de los otros, cuando únicamente se
corresponden con ilusiones y sólo perduran mientras se les presta
atención?
2- Las creencias no son invisibles; creencias son todo
aquello que pueda percibirse, sentirse, vivirse, desearse, recordarse,
imaginarse. Creencias son todo ser algo, todo ser alguien, todo ser un
qué, todo ser un por qué, todo ser un para qué, todo ser un cómo, todo
ser un cuándo; creencias son todos los principios, todos los intermedios
y todos los finales. Cada individuo está siendo creado por las mismas
creencias que están creando sus percepciones, sus emociones, sus
relaciones, sus ideas y todo cuanto dicho personaje pueda considerar que
existe siendo algo separado del Estar Siendo universal.
3-
Mientras se crea en la existencia de la culpabilidad siendo algo
distinto a un simple juicio egoico -una forma ilusoria, condicionada e
interesada de interpretar el fluir de la existencia-, también se creerá
en la existencia de un culpable y de un inocente, de una víctima y de un
malhechor, en la necesidad de perdonar y de ser perdonados, en la
obligación de arrepentirse de aquello que no pudo evitarse que
ocurriera, en la utilidad del castigo aleccionador… y en todo cuanto,
sin existir más allá de las mentes que originan esas apariencias,
mantiene a las consciencias atrapadas en esa red de identificaciones
mentales.
4- Si la dualidad fuera algo cierto, no podría estar
culpándose a otro sin estar culpándose a uno mismo…, más esas
percepciones erróneas y victimistas no las solucionaría el perdón ni el
arrepentimiento ni el miedo, porque perdonar es otra forma de creer en
el uno separado del otro (dualidad) y de creer en el uno mediante la
justificación de estar creyendo también en el otro. Pero no existiendo
fuera de las creaciones mentales ninguna posibilidad de dualidad
(pluralidad) porque tampoco más allá de dicho ámbito ilusorio es posible
la existencia de ninguna particularidad (singularidad), date cuenta de
que no existe ni la culpa ni el culpable ni nada que un supuesto
alguien pudiera creer que existe.
Juande Puerta.
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